¿Nuestros bigotudos distinguen los sabores?

¿Alguna vez te has preguntado si nuestros gatitos perciben los sabores del mismo modo que lo hacemos los humanos? La respuesta es no, y es que los gatos poseen un sentido del gusto menos desarrollado que el de los humanos. ¡Sigue leyendo, te lo explicamos!

Curiosidades del paladar felino

Los gatos forman su paladar durante sus primeros 6 meses de vida. Si durante esta época le ofrecemos una dieta variada en sabores, formas, olores y texturas, es más probable que el minino se adapte y sea capaz de distinguir y aceptar más variedad de alimentos. Si, por lo contrario, el pequeño crece comiendo siempre lo mismo, provocaremos que su paladar sea muy exigente y selectivo. Es por eso que, como su paladar se desarrolla según su domesticación, se dice que los gatos callejeros suelen tener un paladar más flexible que los domésticos, ya que su supervivencia depende de sus capacidades adaptativas al entorno al que están expuestos.

Otro factor interesante del paladar de los mininos es que, mientras que los humanos tenemos más de 9.000 papilas gustativas que nos permiten distinguir una gran variedad de sabores, los gatos tienen menos de 500 papilas gustativas. Esto quiere decir que, los felinos distinguen menos sabores que los humanos porque tienen el paladar menos desarrollado.

¿Qué sabores son capaces de distinguir?

• Ácido: Los gatos son capaces de percibir este sabor, ya que poseen una gran cantidad de receptores del ácido en toda su lengua. Así pues, los alimentos con pH ácido, suelen gustar más que los alcalinos o neutros. Pero ¡cuidado! si la acidez de un alimento es demasiado elevada, el animal podría rechazarlo.
• Salado: Los mininos detectan muy bien los sabores salados, pues cuentan con bastantes receptores para este sabor en su lengua.
• Amargo: En comparación a los perros o los humanos, los gatos distinguen menos este sabor, sin embargo, son capaces de percibirlo y gracias a ello consiguen evitar consumir ciertas sustancias amargas y tóxicas.
• Dulce: ¿A quién no le gusta un postre bien dulce? ¡Pues a los gatitos! Sorprendentemente, los felinos no son capaces de distinguir el sabor dulce porque apenas producen una de las dos proteínas necesarias en sus papilas gustativas para saborearlo. Pero, además, los gatos sienten cierto rechazo hacia el dulce por su capacidad autodefensiva, ya que, como los alimentos azucarados pueden perjudicar a su organismo produciendo gases, diarreas y cólicos, su paladar evolucionó para evitar el consumo de sustancias y alimentos con este sabor. 

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